La cara de la generosidad, que es una fuerza cuya naturaleza también se corresponde con la primera cara, la creatividad. La generosidad es creativa y florece. Y activa la intención. Si los empresarios, los gobernantes, los profesores o cualquier profesional fuéramos más generosos, florecerían nuestras intenciones y abundarían la alegría, felicidad y plenitud. Y alcanzaríamos más cosas materiales también.
Decidir ser generoso es una decisión propia, nada tiene que ver con los demás. Y tiene sus efectos físicos sobre el sistema emocional e inmunitario. Genera serotonina (hormona que nos hace sentir tranquilos, cómodos e incluso felices). Un acto de generosidad estimula a quien lo proporciona, a quien lo recibe y asombrosamente también a los testigos del acto.
Fortalece tus relaciones laborales, profesionales y personales con actos diarios de generosidad o bondad y verás cómo cambia tu vida.