Inspirar la conciencia para mejorar, cambiar y disfrutar de una vida nueva, más imaginativa y llena de logros
sábado, 24 de noviembre de 2012
Recuerda... respirar
Un ser que es consciente ocupa una posición media entre el simple sentido de la conciencia animal y el estado de la conciencia espiritual de una persona que ha entrado en contacto con lo trascendental. La toma de conciencia habla de ser conscientes de nuestras posturas y movimientos corporales, de las sensaciones dolorosas o placenteras y de incluso ser consciente de estados mentales torpes, intuitivos o perspicaces.
Un ejemplo claro de la optimizacion del momento presente es que si tan solo nos mantenemos conscientes de los sentimientos placenteros o dolorosos que surgen como resultado de nuestro contacto con el mundo exterior, y en lugar de responder a ellos con codicia o rechazo, simplemente los observamos, aceptamos los mismos como si no formaran parte de nosotros, la mente creativa los transforma.
En realidad podemos afirmar que emocionalmente solo existe el momento presente, pues el pasado se ha ido y el futuro ¿quién lo sabe? Está por venir. Solo puede decirse que estamos con vida si vivimos por completo en el presente, lo que no significa que no debamos pensar en el pasado o planear el futuro; sin embargo, cuando miramos al pasado o al futuro es imprescindible mantenernos firmemente en el presente sin dejarnos atropellar por los sentimientos de miedo o ansiedad por el futuro o por la lamentaciones o enfados del pasado.
La practica más básica y el punto de partida para desarrollar la conciencia es el seguimiento consciente de la respiración y prestar atención a este hecho varias veces al día, ya que ayuda a desarrollar un mayor sentido de la conciencia. Tan solo regresar a la experiencia de la respiración ante una situación tensa, hace sentir más firme mi persona, y sobre todo atenta. Menos susceptible a los pensamientos dolorosos, a las emociones desagradables o a los eventos externos conflictivos que podrían disiparme.
Entre las formas de tomar conciencia está, por ejemplo, cepillarnos los dientes, observando los movimientos, las sensaciones y todos los aspectos que rodean un hecho tan sencillo. Otra forma es abrir una puerta tomando conciencia de la presión que ejerce el brazo y la mano sobre la manivela, sientiendo los músculos y la piel, la postura total del cuerpo... O tomar una porción de comida con atención plena a todas las sensaciones visuales, olorosas, auditivas, tactiles o gustativas. Lo importante es parar nuestra mente alocada y hacer una sola cosa. Y esto ya lo decia Sangharákshita: "Poder hacer una sola cosa a la vez es todo el arte de la vida".
sábado, 17 de noviembre de 2012
Mente creativa versus mente errante
La mente tiene dos formas de funcionar comprobadas por la activación de áreas distintas del cerebro según la mente está en tareas distraidas o mente errante, o se centra en tareas con plena atención, que es la red orientada a tareas. Esta última red está muy relacionada con el momento presente a diferencia de la otra que “viaja” al pasado y al futuro continuamente. Pues bien, en individuos que estimulan mediante la atención plena esta red orientada a tareas, mejoran la atención y seleccionan mejor los pensamientos incongruentes. Sin embargo, el predominio de la mente errante está demostrado ya con numerosos trabajos neurocientíficos que se asocian a estados de ansiedad, depresión o tristeza, cuando es dificil desactivarla por la mente consciente, es decir, centrando la atención en el momento presente, o lo que llamamos también “el darse cuenta de las sensaciones”. Las enseñanzas de la filosofía oriental más antiguas sobre la meditación en el momento presente encuentran ahora una fundamentación científica con los metodos más avanzados de exploración del funcionamiento de la mente. Esto son algunas de las investigaciones de las Universidades más punteras como Yale, Harvard, Munich o Londres. La ciencia da la razón a las sabidurias milenarias.
La caracteristica de la mente creativa es la mente observadora, opuesta a la mente errante, que es mecánica y actúa por estímulo-respuesta. Todo lo lleva a cabo sin un conocimiento real de lo que está haciendo.
La mente creativa va más allá de cualquier razonamiento. Es como la libertad misma. Además es original en el sentido extenso de la palabra y se caracteriza por una productividad incesante. Fuera del terreno de las artes, que es lo que entiende todo el mundo por creación, la mente creativa encuentra expresión en las relaciones personales productivas, ya que a través de nuestras emociones positivas podemos conseguir que otros también puedan sentirse más positivos emocionalmente. Una persona que funciona a través de la mente creativa no solo es más consciente que otra que lo hace por su mente errante, sino que además posee una vitalidad mayor. Algo nada desdeñable. La vida espiritual comienza con la toma de conciencia, o dicho de otra manera, en el momento en el que uno se da cuenta de que es consciente: recuerda… recordar.
viernes, 16 de noviembre de 2012
El Universo: tan extraño como bonito
El Universo nos lleva mas allá de los limites de la imaginación. Einstein, llegó a afirmar “la imaginación lo es todo”. Pero si la utilizamos de forma esporádica no funciona. Así que debemos imaginar mucho y continuamente. Einstein, que en su época era una especie de estrella del rock como Charles Chaplin, investigaba sin cesar buscando una sola teoría que describiera el funcionamiento de todo el universo. Estaba convencido de que se encontraba muy cerca del descubrimiento más importante de la historia de la ciencia, pero su tiempo se acabó antes de alcanzar su sueño.
En la actualidad, más de medio siglo después, la meta unificadora de Einstein, la teoría armonizadora, se ha convertido en la quimera de la física moderna. Y mientras los físicos alcanzan el sueño de Einstein, nosotros ¿qué podemos hacer? Porque si según la física todo está conectado, podemos estar viviendo en un Universo en donde la realidad coincide con la ciencia ficción, en el que no somos capaces de percibir, pero existen, muchas más de tres dimensiones. Un Universo en el que desde la partícula mas pequeña hasta la estrella más grande y lejana, está vinculada por un solo ingrediente: la energía. Algunos lo llaman cuerdas, pero la realidad es que se sabe que todo vibra en la naturaleza y que bailamos en una sinfonía imperceptible. Tan extraño como bonito. Pero la cuestión más importante es preguntarnos.. si todo está conectado ¿que es lo que más debe importarnos? Quizás la única respuesta es el bien común. Si estamos enfocados a ello, aumentará la sensación de conectividad, de felicidad. Imaginemos pues desde donde puede trabajar cada ser humano para alcanzar esta quimera.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Mejorar el mundo en que vivimos... ¡es posible!
Hace aproximadamente un siglo ya que la física cuántica cuestionó la visión de la realidad sorprendiéndonos y afirmando que el mundo físico que nos rodea, el que percibimos con nuestros sentidos, es un pequeño y breve contexto de una realidad más compleja y completa. La verdad es que para comprender nuestro mundo gozamos de limitaciones porque estamos atrapados en tres dimensiones y con nuestra percepción confinada a nuestros cinco sentidos, no podemos captar que todo está relacionado con todo y cada parte influye en lo demás. Es lo que nos está sucediendo ahora. Hay mucho malestar y esto no permite que vivamos en una sociedad feliz, ni siquiera a los que dicen y presumen de que la crisis no les afecta (económicamente hablando).
El mundo que habitamos, las personas y organizaciones a las que pertenecen, las empresas y el marco social en el que viven, así como los animales y la tierra, son organismos vivos que conviven y se estructuran conectados en un mar de información en un campo subyacente que no podemos observar directamente, pero que adivinamos por nuestra inteligencia intuitiva. EL autor Lipton en su libro "La biología de la creencia" pone un buen ejemplo: si te transformaran en un ser del tamaño de una célula para que pudieras ver tu cuerpo desde esa perspectiva, verías el mundo de una forma completamente distinta. Y desde esa perspectiva, no te considerarías una entidad única. Te verías como una ajetreada comunidad de más de cincuenta billones de células individuales.
Si pudiéramos mirar a los demás, los seres que nos rodean, el mundo y el Universo como parte de una existencia de raíz única, ése pequeño cambio de enfoque, serviría para empezar a repercutir a nivel colectivo. No podemos seguir en una visión egoísta, pusilánime y reducida de nuestra relación con los demás y nuestro entorno. La realidad social lo está pidiendo a gritos. Es el momento ya de cambiar creencias y crear otras nuevas, renovadas. Y sobre todo, crear conciencia colectiva. ¿Hasta cuando podemos seguir en este nivel? Einstein dijo que ningún problema puede ser resuelto desde el mismo lugar perceptivo en el que fue creado. Es buena hora para reestructurar y construir nuestro sistema de identidad y valores revividos, que nos permitan sentir que somos parte de un todo que resiste a la adversidad, creernos que podemos rehacernos de ella, y salir potenciados como seres humanos. Solo un Modelo Positivo de Afrontamiento que se articule ágilmente con la solidaridad y la sostenibilidad de nuestra ambición, economía, sistema democrático y de relación con el entorno.
Mejorar el mundo en el que vivimos es posible, pero demanda salir del desánimo y la impotencia. Requiere estar dispuestos a cambiar el nivel de conciencia habitual por otro más elevado, más humano, más generoso, y más consciente de que exclusivamente aspectos como la lealtad, el entusiasmo, la alegría o la amabilidad permiten que mejore la energía que nos rodea, la de las personas y nuestro entorno y la del planeta.
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