La primera dimensión de la intención es la Creatividad.
Nuestra intención lleva implicita la creatividad porque si no no crearíamos.
La naturaleza de la intención es creativa. Si no fuera así no nacería nada.
El hecho mismo de que podamos respirar y experimentar la vida es creatividad.
Estamos aquí por la sencilla razón de que alguien ha sido capaz de materializar la semilla que eras antes.
Esa energía amorfa que contenía la intención te trajo de ninguna parte a aquí y ahora.
En los niveles más altos de la conciencia, la intención te inicia en una gran cantidad de posibilidades hacia tu destino.
La cara de la creatividad te predispone hacia la creación de ti mismo/a.
Puedes crear y contribuir en crearte cada día y contribuir hacia la creación de cualquier objetivo importante sobre el que dirigir toda tu fuerza creativa.
La cuestión es que debes dejar fluir tu creatividad en cada momento y cierta disciplina para no dispersar la conciencia que está acostumbrada a ser perezosa.
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