viernes, 26 de noviembre de 2010

Cambiar es una palabra poderosa

Si eliges cambiar porque las circunstancias de tu vida no te gustan, te conviertes en alguien diferente. Modificamos lo que hacemos, lo que pensamos, lo que decimos y lo que sentimos. Así ayudamos a nuestra evolución. El cerebro se reestructura con los cambios, y crea nuevos circuitos. Es lo que llaman neuroplasticidad. Los cambios sustanciales en nuestra vida desarrollan nuestro cerebro. Así nuestra mente cambia, la percepción del mundo que nos rodea también y cambiamos en definitiva nuestra realidad. Romper con hábitos de pensamiento, conducta o viejas actitudes nos hace experimentar el mundo de otra manera. Nos damos la oportunidad de renunciar a estructuras habituales y crearlas nuevas. Rediseñarnos es empezar a utilizar más porcentaje de todo el poder que tenemos para cambiar comportamientos, percepciones, formas de hacer y de estar en el mundo.

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